Maputo a 8 de febrero de 2008
El martes día 5 de Febrero, se iniciaron graves incidentes en los barrios periféricos de la ciudad de Maputo, que se extendieron rápidamente por la capital del país, sumiéndola en un auténtico caos. Durante los días 6 y 7 los incidentes han disminuido de intensidad, aunque se mantienen de manera esporádica en algunos puntos de las afueras de la ciudad.
El origen de los incidentes se debió a la subida del precio de los transportes semicolectivos o “chapas”, que son el transporte privado más usado por la población dada la prácticamente inexistente flota de vehículos del transporte público.
Los incidentes se iniciaron precisamente, en los barrios periféricos de la ciudad: Zimpeto, Maguanine, Malhazine, Benfica, Jardim, Xiquelene, Hulene… concretamente en las zonas donde la población se aglomera cada mañana, para conseguir entrar en alguna de las escasas “chapas” y dirigirse a su lugar de trabajo.
Todo empezó cuando los “chapistas” exigieron la nueva tarifa de precios que entraba en vigor ese día, y que en algunos casos suponía un aumento de un 50%. Algunos de los conductores fueron agredidos y “chapas” apedreadas. En poco tiempo, el caos se adueñó de las calles: neumáticos quemados, contenedores de basura, piedras y hasta torres eléctricas sirvieron para formar las barricadas en las calles y carreteras como señal de protesta, y para impedir la circulación de vehículos.
No tardó en aparecer la policía y las cargas, que no tenían capacidad de frenar la furia de la población.
Los enfrentamientos se propagaron por todos los barrios de la periferia, dirigiéndose algunos grupos de manifestantes hacia el centro de la ciudad, donde iban arrasando con todo lo que se encontraban a su paso. Asalto a tiendas, ataques a gasolineras y piedras contra todos los vehículos que circulaban por el centro y alrededores de la ciudad dejó una ciudad sin gobierno y sumida en el caos durante todo el Martes 6 de Febrero.
La policía se vio absolutamente desbordada por la magnitud del problema, teniendo que recurrir en numerosas ocasiones a la utilización de armas de fuego (a pesar de que la policía ha negado en varias comparecencias públicas haber utilizado munición real).
3 muertos, 58 heridos por arma de fuego, y un total de 104 heridos (fundamentalmente por agresiones o intoxicados con gas lacrimógeno), pasaron por el Hospital Central de Maputo desde el inicio de los incidentes el Martes 5, hasta las 7 horas de la tarde del Miércoles 6 de Febrero (según el Diario Noticias, 7 de Febrero).
El Gobierno de Mozambique estuvo todo el día desaparecido. Ni comunicados oficiales pidiendo calma a la población, ni nada de nada. El Martes 5 de Febrero no existía Gobierno en Mozambique. Sólo a las 22.00 h. se anunció una rueda de prensa en la que compareció el Ministro de los Transportes y las Comunicaciones junto con el representante de los transportistas en la que dijeron que “se anulaba la subida de precios” con el objetivo de calmar los ánimos de la población y ante el caos creado. El Ministro y el representante de los transportistas se comprometieron a iniciar un “diálogo” a partir del día siguiente para analizar el problema y buscar las posibles soluciones.
Por su parte las “chapas” se han declarado en huelga hasta que no se resuelva el problema, ya que con la vuelta a los precios anteriores, los “chapistas” ven insostenible el ejercicio de su actividad que es un servicio social a la población. Con lo cual, la situación actual es que el precio de la “chapa” vuelve a bajar, pero no hay transporte.
Hoy Jueves 7 de Febrero, la situación parece estar más tranquila. Ha habido algunos incidentes de menor intensidad provocados por algunos “piquetes” en algunos puntos periféricos de la ciudad, que intentan obligar a que se respete la huelga, pero se ha restablecido el tráfico casi con normalidad. Como ejemplo, un compañero de la União de Camponeses de Marracuene (Vasco) ha intentado hoy venir a la ciudad en “chapa” para una reunión con nosotros desde Marracuene, y han sido interceptados en el barrio de Zimpeto por unos “piquetes”, obligados a bajar de la chapa todas las personas que en ella se encontraban y a dar media vuelta la chapa.
La situación actualmente es de “tranquilidad aparente”, aunque el problema del transporte continúa ya que las chapas siguen en huelga hasta que se resuelva el problema del precio del billete.
Pero… ¿de qué tipo de subida de precios estamos hablando? ¿El aumento de precios es proporcional a la violencia desatada? ¿Será que los mozambiqueños y mozambiqueñas son gente poco civilizada?
El martes día 5 de Febrero, se hacía efectiva la subida de precios del transporte semicolectivo de pasajeros, medida que se venía anunciando desde hacía algunas semanas, y que era el resultado de un acuerdo entre el Ministerio de los Transportes y las Comunicaciones de Mozambique y la Federación Mozambiqueña de los Transportadores Rodoviarios.
Según los transportadores o “chapistas”, la nueva subida de precio era necesaria y debería haberse producido hace ya mucho tiempo, dado que se viene manteniendo el mismo desde hace años, sin repercutir el aumento del precio del petróleo de los últimos años -que ha aumentado considerablemente - sobre el precio del billete.
La mayoría de la población, paradójicamente, está con los transportadores y reconoce que hacen una reivindicación legítima con la subida de precios, ya que reconocen que el precio de la “chapa” se viene manteniendo desde hace tiempo, a pesar de la subida del precio del petróleo de los últimos años.Sin embargo, la población ya no tiene más capacidad de aguante y no tiene capacidad de asumir ese aumento.
Veamos cuál ha sido el incremento de precio y cuál es el verdadero impacto sobre la economía familiar.
PRECIOS DE LA "CHAPA"
Precios en la actualidad para trayectos hasta 5 kms
5 Meticais
Y para trayectos de hasta 9 kms
7,5 Meticais
Las nuevas tarifas son 7,5 Mt y 10 Mt respectivamente
1€ = 35 Meticais (Mt)
Quizá nos pueda parecer que un aumento del transporte de poco más de 7 céntimos de euro (2,5 Mt) no justifica 3 muertos, más de 100 heridos “oficiales” y la destrucción, el caos y el desgobierno que se ha vivido durante 2 días en la ciudad de Maputo y en los barrios periféricos.
Si miramos los números fríamente, quizá podríamos sacar conclusiones equivocadas sobre la naturaleza de los mozambiqueños, quizá podamos pensar que toda esta violencia es absolutamente injustificada. Pero si nos metemos en la piel de la población, y hacemos las cuentas del día a día, entenderemos que tanto la población de las zonas urbanas como de las zonas rurales, lleva muchos años viviendo al límite de sus posibilidades.
El salario medio mensual de una familia común (5/6 miembros) que vive en un barrio de la periferia de la ciudad de Maputo es de 1.500 Mt. (más o menos el salario mínimo en Mozambique, menos de 40 € al mes).
De los 5 miembros de la familia, al menos 2 (la madre o el padre para trabajar, y algún hijo/a para ir a estudiar) tienen que utilizar el transporte diariamente. Dado que no existen viajes directos desde los barrios hasta la ciudad, hay que enlazar al menos 2 “chapas” para llegar al lugar de destino. Significa que al mes, una familia está dedicando alrededor de 800 Mt por mes (precios antiguos) para el transporte. Supone más de la mitad de los ingresos familiares.
Con la subida de precios, los 800 Mt. mensuales gastados en transporte aumentan hasta situarse en 1.200 Mt., (un 80% del ingreso familiar). Queda entonces disponible para las familias, una renta mensual de 300 Mt (menos de 10 € para mantener una familia de 5/ personas).
Como vemos, 7 céntimos de euro pueden ser poco en términos absolutos, pero suponen la condena al hambre y a la miseria de la mayor parte de la población que vive en los barrios periféricos de la ciudad.
¿Y el Gobierno qué dice…?
Durante el primer día de incidentes (Martes 5 Feb) el Gobierno estuvo desaparecido. Ningún responsable del Gobierno apareció en los medios de comunicación pidiendo calma a la población ante los graves incidentes que se estaban produciendo, y ante la amenaza probable de que la situación se descontrolara absolutamente.
El Gobierno, ha prohibido a los medios de comunicación captar y mostrar imágenes de violencia con la argumentación de que pueden generar más violencia, impidiendo el derecho de información de la población y el ejercicio de su trabajo a los profesionales de los medios. Sólo 2 comparecencias en los medios:
22h. del Martes 6, el Ministro de Transportes y Comunicaciones junto con el representante de los transportistas deciden disminuir el precio de nuevo, ante los graves incidentes y anuncian el inicio de las negociaciones.
En esta rueda de prensa, se esperaba que el Gobierno dijera las medidas concretas de apoyo al sector de los transportes, que pasarían necesariamente por subvencionar al mismo, pero no fue así.
Miércoles 6 de Febrero, el Ministro de Interior amenaza a la población con reprimir fuertemente cualquier acto de violencia.
Lo peor de todo es que el conflicto se veía venir, bueno, lo veíamos venir todos/as los que aquí vivimos o cualquier persona con sentido común, porque justo un día antes de iniciarse los conflictos, se marchaba de Mozambique el Presidente del Banco Mundial -Robert Zoellick, sucesor de Paul Wolfowitz- que había estado 3 días en Mozambique en visita oficial cerrando un periplo que llevó al presidente por 3 países africanos: Etiopía, Mauritania y Liberia. Se marchó de Mozambique felicitando al Gobierno por los “grandes avances logrados por el país en los últimos años y por la estabilidad conseguida”. Se tenía que haber quedado un día más y pasearse con su coche lujoso enfrente del basurero que hay al lado del aeropuerto…
El Gobierno actuó con irresponsabilidad negociando con los transportistas un aumento de precios, sabiendo que la población no podía asumirlo.
Volvió a actuar de manera irresponsable cuando, en lugar de anunciar que se iban a sentar a negociar, tenía que haber anunciado medidas concretas de apoyo al sector, resolviendo el problema en el corto plazo y ganando tiempo para tomar medidas para el largo.
Con su actitud, el Gobierno ha provocado la continuación del conflicto, ya que a pesar de existir una “tranquilidad aparente”, las chapas siguen en huelga, los piquetes siguen actuando, escasea la gasolina en las gasolineras y la población se encuentra con grandes dificultades para desplazarse a sus lugares de trabajo, escuela, etc.
El pueblo
El pueblo mozambiqueño es el que sufre y el que ha decidido luchar en una lección de dignidad. Gente pacífica que se revela ante el insulto de los que les mal gobiernan.
El conflicto étnico más fuerte que se vive en África se llama hambre. Y en el hambre y la miseria, podemos encontrar las respuestas a muchos conflictos existentes a lo largo de este continente, y que son instrumentalizados por algunos como conflictos étnicos entre tribus-insultando así la inteligencia de los africanos- y llevándose a cambio un buen puñado de dólares.
Las “tranquilidades aparentes” que se viven en algunos países africanos, suelen ser indicadores engañosos de la situación real del país. Lo estamos viviendo en Kenia, donde estuve hace ahora un año paseando por las tranquilas calles de Nairobi, y pude ver el enorme abismo existente entre los SLUMS o barrios marginales y el resto de la ciudad. Esos abismos entre los ricos y los pobres de un mismo país, y la situación de miseria y marginalidad que viven los más pobres, pueden ocasionar graves revueltas como las que hemos vivido en Maputo por sólo 7 céntimos de euro.
La semana que viene se ha anunciado una subida del precio del pan, alimento básico para la población (debido al aumento del precio del trigo en el mercado internacional). El precio del pan ya subió hace unos meses de 2 a 2,5 Mt.
Una nueva subida del precio del pan la próxima semana podría ser otro detonante para romper nuestra “tranquilidad aparente”.
Santiago Merino López
Técnico Delegado para África
CIC Batá
Podéis encontrar más información en:
http://www.jornalnoticias.co.mz/pls/notimz2/getxml
http://www.noticiaslusofonas.com/view.php?catogory=Moçambique
http://www.tvm.co.mz/tvm_first.htm
viernes, 8 de febrero de 2008
TRANQUILIDADES APARENTES
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