Son las 6:15 de la mañana, hora de viajar por primera vez por las famosas carreteras de Bolivia, famosas por sus curvas estrechas, por las hermosas laderas que hay que atravesar, precipicios y la belleza natural de las sierras. Superó mis expectativas, la mayor parte de la carretera no tiene asfalto, son de pura tierra y piedras sueltas, en los últimos días no ha habido lluvia y la nube de polvo es interminable, además los conductores son bastante agresivos, todo el mundo quiere ir delante del otro para no tragar tanto polvo.
Llegamos al centr
o de la comunidad de Potreros, visiblemente son tres casas, un espacio abierto, grande, que sirve de cancha de fútbol, y un lugar donde comen las vacas, ovejas y cualquier animalito de la comunidad que ande suelto. Después el centro comunal donde hacen actividades y el Centro de Educación Técnica Humanística Agropecuaria (CETHA). Es un pequeño salón multifuncional donde se guardan los materiales y se imparten las clases.
La lluvia había entrado, y sin piedad, dejando en el suelo una capa roja. Uno trajo una manguera, escobas, un cepillo y a limpiar el salón de la reunión, el corredor y todo a su alrededor. Una de las facilitadoras que vive más cerca de la comunidad trajo chocolate y unas galletas sin sal, con mermelada de melocotón, hecha por ella misma. Fue nuestro desayuno.
A trabajar los 7 facilitadores, el director y dos miembros de la directiva de la comunidad de Potreros: ahora se trata de informar qué se ha hecho, en qué se ha avanzado con las tareas y metas que se fijaron antes de ir a las vacaciones, cada uno informa de las actividades y contactos que ha tenido en las instituciones y en la comunidad, con miras a inscribir nuevos alumnos.
El CETHA nace para brindar apoyo a jóvenes y adultos en el área rural, para tener la oportunidad de terminar con sus estudios, tanto a nivel primario como secundario en humanidades y una formación técnica integral, productiva, agropecuaria, comunitaria, basándose en los valores del ser humano. Desde su creación trabaja con el proceso de apoyo de campesino a campesino, en una metodología de educación popular, alternativa, permanente, en una formación de integración práctica y de estudio teórico. Estudian en jornadas largas de 10 días, con horarios intensivos de muchas horas al día, dando así un aprovechamiento máximo a cada minuto que están juntos, además de compartir vivencia, aprenden juntos. Potreros tiene ahora mismo profesores de la educación formal y técnicos que han sido formados en los mismos centros educativos del CETHA de las comunidades, aportando así un desarrollo familiar, comunitario y sostenible y creando base para cambios sociales en comunidad.
Este año se ofrecerán las clases de Educación permanente, carpintería, humanidades, apicultura, corte y confección, fruticultura, alimentación (soberanía alimentaria) y veterinaria. Cada facilitador llega a la comunidad, vive ahí los 5 días intensivos y después va a otra comunidad vecina o lejos, dependiendo de lo que está enseñando y tiene tres grupos en diferentes comunidades.
Sin duda es un trabajo de mucha entrega y compromiso, tanto de los alumnos como de los facilitadores, hemos trabajado hasta las 11 de la noche, terminando tareas específicas y calendario en mano. A comenzar el trabajo.
Compartir los valores de cada ser humano respetando la diversidad es la esperanza en las comunidades.
Teresa Cruz
